lunes, 15 de abril de 2013

Ciudad sin tijeras

Érase una vez una pequeña ciudad invadida de largas melenas. Sus habitantes andaban escondidos entre largas cabelleras que ya no sabían como recogerse. Habían probado todo tipo de estrategias: trenzas, moños, coletas, macrohorquillas, palos chinos, sujetatirabuzones, pero nada; todo era inútil para controlar aquellas desbocadas melenas.
Una soleada mañana de agosto llegó a nuestra ciudad un extraño personaje. Su  pelo azul tenía forma de estrella. Éste le llegaba a la altura de los hombros, en él habitaban pequeñas mariposas de muchos colores. LLevaba consigo una mochila parlanchina, brillante que despertó la curiosidad de los habitantes de la ciudad. Al llegar a la plaza mayor apoyó su mochila en el suelo y ésta empezó a bailar por todos los rincones del lugar. Esto provocó que todos los niños se acercaran a escucharla y preguntaran por su contenido.
Pelo azul empezó a sacar objetos de la mochila: tijeras, peines, tintes, rulos, pinzas...Algunos se escondían pero los más atrevidos comenzaron a formar una fila delante de él. 
Al día siguiente la ciudad había cambiado totalmente su aspecto. Sus habitantes se mostraban con sus cabelleras de colores, de distintas formas: rastas,  pelos de punta, cortes imposibles, cabezas peladas...Orgullosos se hacían miles de fotografías que colgaron en este blog.



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