Me levanté una vez más totalmente sola. Quería olvidar la pesadilla que me conducía una y otra vez a la ciudad donde murió mi padre. Me preparé un café bien cargado cuando volvió a sonar el móvil. La taza se hizo añicos. Cogí la escoba para barrer los pedazos. Bajé la basura dispuesta a dar una vuelta. Algo se asomaba por el buzón. Otra vez no, pensé. Goteaba sangre de nuevo. Debía volver a la ciudad, no quedaba otra solución. Cogí mi pasaporte y salí corriendo a buscar un taxi, dejando, lo que supuse sería otro macabro recuerdo para mis vecinos.
lunes, 15 de abril de 2013
Otro extraño día
Otro extraño día
Me levanté una vez más totalmente sola. Quería olvidar la pesadilla que me conducía una y otra vez a la ciudad donde murió mi padre. Me preparé un café bien cargado cuando volvió a sonar el móvil. La taza se hizo añicos. Cogí la escoba para barrer los pedazos. Bajé la basura dispuesta a dar una vuelta. Algo se asomaba por el buzón. Otra vez no, pensé. Goteaba sangre de nuevo. Debía volver a la ciudad, no quedaba otra solución. Cogí mi pasaporte y salí corriendo a buscar un taxi, dejando, lo que supuse sería otro macabro recuerdo para mis vecinos.
Me levanté una vez más totalmente sola. Quería olvidar la pesadilla que me conducía una y otra vez a la ciudad donde murió mi padre. Me preparé un café bien cargado cuando volvió a sonar el móvil. La taza se hizo añicos. Cogí la escoba para barrer los pedazos. Bajé la basura dispuesta a dar una vuelta. Algo se asomaba por el buzón. Otra vez no, pensé. Goteaba sangre de nuevo. Debía volver a la ciudad, no quedaba otra solución. Cogí mi pasaporte y salí corriendo a buscar un taxi, dejando, lo que supuse sería otro macabro recuerdo para mis vecinos.
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