lunes, 22 de abril de 2013

LA CIUDAD CAMALEÓNICA

Mi ciudad imaginaria siempre está cambiando, nunca es igual a la vista de dos individuos, ni a tu propia visión. Al segundo siguiente cambiará tu perspectiva y con ella la vida que encierra en su misma. 
Pero de vez en cuando conviene pararse a observar cómo la ciudad sigue su ritmo sin la necesidad de tu presencia.


LA CIUDAD CAMALEÓNICA

No soy igual en lo que digo y escribo.
Cambio, pero no cambio mucho.
El color de las flores no es el mismo bajo el sol
que cuando una nube pasa
o cuando entra la noche
y las flores son color de sombra.
Pero quien mira ve bien que son las mismas flores.
Por eso cuando parezco no estar de acuerdo conmigo
fijaros bien en mí:
si estaba vuelto para la derecha
me volví ahora para la izquierda,
pero soy siempre yo, asentado sobre los mismos pies.
El mismo siempre, gracias al cielo y a la tierra
y a mis ojos y oídos atentos
y a mi clara sencillez de alma.

Poema XXIX de Fernando Pessoa.

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